martes, 17 de marzo de 2020

1º ESO: UNA CANCIÓN COMPLEMENTARIA AL TEMA 6

Jesucristo

Uno, dos, tres, cuatro

Bien, Jesús era un hombre
quien viajó por el país.
Un hombre muy trabajador y valiente
Bueno, él dijo a los ricos "Dale a tu dinero a los pobres"
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

Bueno, él fue al predicador
Fue a la ley
Y les dijo lo mismo
Dijo que vender todas sus joyas y dáselo a los pobres
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba
Hale, halelujah
Hale

, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

Cuando Jesús llegó a la ciudad toda la gente que trabajaba
creyeron en lo que dijo
Pues a los banqueros y los predicadores
Ellos lo clavaron en una cruz
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

Y las personas que trabajan duro
Ellos lo siguieron donde sea
Ellos cantaban y gritaban gay
Bueno, la policía y los soldados
Ellos lo clavaron en la cabeza
Y pusieron a Jesús Cristo en su tumba
Oh, hale, halelujah
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

Hale, halelujah
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

Bueno, esta canción fue escrita en Nueva York
Un hombre rico, el predicador y el esclavo
Bueno, si Jesús fue a predicar al mismo tiempo que predicaba en Galilea
Se sentaría a Jesucristo en su tumba
Uno, dos, tres, cuatro!

Hale, halelujah
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Hale, halelujah
Ellos pusieron a Jesucristo en su tumba

8 comentarios:

SAN PEDRO POVEDA NOS DICE:

SAN PEDRO POVEDA NOS DICE:

“Señor, que yo piense lo que tú quieres que piense; que yo quiera lo que tú quieres que quiera; que yo hable lo que tú quieres que hable; que yo obre como tú quieres que obre. Esta es mi única aspiración”.

“¿Quiénes son los más valientes, intrépidos, temerarios, arriesgados? Los jóvenes. ¿Quiénes son los que tienen ideales, los que se olvidan de sí? Los jóvenes. Me preguntaréis ahora qué podéis hacer. ¡Oh juventud, arma poderosa, brazo casi omnipotente, fuerza del mundo! Sea vuestra primera meditación ésta. Somos jóvenes: todo lo podemos. Somos de Dios: todo lo bueno podemos”.

“Los hombres y las mujeres de Dios son inconfundibles. No se distinguen porque sean brillantes, ni porque deslumbren, ni por su fortaleza humana, sino por los frutos santos, por aquello que sentían los apóstoles en el camino de Emaús cuando iban en compañía de Cristo resucitado, a quien no conocían, pero sentían los efectos de su presencia”.

“Tolerancia, amabilidad y dulzura son las virtudes que conquistan el mundo”.

“Las obras, sí, son las que dan testimonio de nosotros y dicen con elocuencia incomparable lo que somos”.

“No hay necesidad de ser rico para dar, basta ser bueno”.

“Yo quiero, sí, vidas humanas, ambientes donde el humanismo impere; pero como entiendo que esas vidas no podrán ser cual la deseamos si no son vidas de Dios, pretendo comenzar por henchir de Dios, a los que han de vivir una verdadera vida humana”.

“Todos hemos de cooperar. Aquí no hay uno solo y los demás son comparsa, sino que cada cual tiene su sitio, su deber, su responsabilidad”.